Claves para un envejecimiento activo y saludable

03/11/2023Cuidado de personas mayores

El envejecimiento es una etapa natural de la vida que muchas personas temen o la consideran como una fase de declive. Sin embargo, desde hace dos décadas, se está tratando de fomentar el llamado envejecimiento activo que promueve la idea de que podemos vivir de manera saludable y plena a medida que envejecemos. Este enfoque se basa en la idea de que la edad no debe ser un obstáculo para disfrutar de la vida, sino una nueva oportunidad para seguir creciendo y contribuyendo en nuestra sociedad.

En este artículo de ORPEA, vamos a explicar qué es el envejecimiento activo y saludable, cuáles son bases que lo sustentan, y te daremos consejos para afrontar esta nueva etapa con autonomía e independencia, con mejor salud, con más seguridad y con mayor capacidad para afrontar y superar las adversidades.

¿Qué es el envejecimiento activo?

En el año 2002, durante la II Asamblea Mundial de las Naciones Unidas sobre el Envejecimiento celebrada en Madrid, la Organización Mundial de la Salud (OMS) propuso promover el envejecimiento activo. De este modo, la OMS quiso cambiar el concepto de la vejez para convertir esta etapa en una experiencia positiva, con nuevas oportunidades centradas no solo en promocionar la salud de las personas mayores, sino también en favorecer su participación constante en los ámbitos sociales, económicos, culturales, espirituales y cívicos.

Por tanto, el envejecimiento activo promueve el bienestar físico, mental y social de las personas a medida que avanzan en edad. Eso implica que participen en diversas actividades y adopten hábitos que permitan mantener una calidad de vida óptima, independientemente de la edad. En definitiva, el envejecimiento activo y saludable no solo persigue vivir más tiempo, sino vivir mejor, con salud y vitalidad.

¿Cuáles son los cuatro pilares del envejecimiento activo?

A raíz de la Asamblea General de las Naciones Unidas, se elaboraron cinco principios básicos: independencia, dignidad, autorrealización, cuidado y participación. Estos principios se enmarcan dentro de los cuatro pilares fundamentales del envejecimiento activo, que son:

Salud física y mental

La salud física y mental es fundamental para el envejecimiento activo. Hacer ejercicio de forma regular, seguir una dieta variada y rica en frutas, verduras, proteínas y grasas saludables es esencial para mantener la salud física.

Pero, a su vez, debemos mantener una mente activa y positiva para enfrentar los desafíos que el envejecimiento puede presentar. Mantener las relaciones sociales, evitar la soledad no deseada, aprender a manejar las emociones y realizar actividades de disfrute, son cuestiones esenciales para lograr un envejecimiento activo y saludable

Participación social

La participación social es otro pilar importante del envejecimiento activo. Mantenerse involucrado en la sociedad y participar en actividades familiares y sociales ofrece una sensación de contribución y ayuda a sentirte útil y satisfecho, además de combatir la soledad. Todo ello puede aumentar la calidad de vida y el bienestar emocional.

Seguridad

La seguridad y la autonomía son también elementos clave del envejecimiento activo. A medida que envejecemos, es importante mantener un entorno seguro y la capacidad de tomar decisiones por uno mismo. Para lograrlo, es fundamental asegurarse de que el hogar esté libre de peligros y adaptado a las necesidades cambiantes. También entra aquí la seguridad económica ante la necesidad de cuidados, por lo que conviene planificar el futuro y pensar en asuntos como la atención a largo plazo y las decisiones médicas anticipadas.

Aprendizaje durante toda la vida

El envejecimiento hoy en día es entendido como una etapa de la vida para reinventarse y redefinirse, para aprender todo aquello que durante la etapa laboral no ha sido posible por falta de tiempo. Es por eso que conviene aprovechar esta situación para descubrir nuevos intereses y aprender algo nuevo como un nuevo idioma, una habilidad, un instrumento musical…

Consejos para favorecer el envejecimiento activo y saludable

Para favorecer el envejecimiento activo y saludable, es importante adoptar hábitos de vida que promuevan el bienestar físico, mental y social a medida que envejeces. Aquí tienes algunos consejos clave:

  • Adopta un estilo de vida activo: Mantén tu cuerpo en movimiento. Realiza actividad física regularmente, aunque sea una caminata diaria.
  • Sigue una alimentación saludable: Una dieta variada y rica en nutrientes es esencial para mantener la salud.
  • Mantén tu mente activa: Aprende algo nuevo, resuelve acertijos o juega juegos mentales para mantener tu mente ágil y ocupada. Intenta también mantener una actitud positiva y optimista.
  • Haz tus chequeos médicos periódicos no solo para controlar y detectar patologías graves, sino también para identificar otras afecciones, como la necesidad de llevar gafas o audífonos.
  • Cuida tus relaciones: Sal de casa, mantén conexiones con amigos y familiares, amplía tu círculo de amistades, descubre lugares nuevos, disfruta de exposiciones, teatros, gastronomía, etc. Es el mejor modo de combatir la soledad y seguir activo social y emocionalmente.
  • Planifica tu tiempo y establece rutinas. Esto ayuda a optimizar el tiempo para ocuparlo con las tareas que realmente te apetece realizar.
  • Adapta tu casa a tus necesidades. Adaptar el mobiliario y los accesos a tus necesidades ayudará a evitar caídas y mejorará tu autonomía.
  • Busca apoyo profesional: No dudes en buscar el consejo de médicos, terapeutas, psicólogos y otros profesionales de la salud si lo necesitas, así como de recurrir a residencias y centros de día adaptados a tus necesidades en los que se fomenta el envejecimiento activo.
  • Asume el envejecimiento con una actitud positiva: Acepta los cambios que vienen con la edad y concéntrate en las cosas positivas que puedes hacer en esta etapa de la vida.

Actividades que promueven el envejecimiento activo

Existen muchas actividades que promueven el envejecimiento activo al fomentar la salud física, mental, social y emocional. Lo importante es elegir las que te gusten y te motiven. Aquí tienes una lista de actividades enriquecedoras que los adultos de cualquier edad pueden practicar:

  • Caminatas y senderismo: Pasear al aire libre, explorar senderos y disfrutar de la naturaleza es una excelente manera de mantenerse activo y conectarse con el entorno.
  • Baile: Participar en clases de baile puede mejorar la coordinación, la flexibilidad y el bienestar emocional.
  • Natación: La natación es una actividad de bajo impacto que ejercita todo el cuerpo y mejora la resistencia cardiovascular.
  • Yoga y Tai Chi: Estas disciplinas centran la atención en la mente y el cuerpo, mejorando la flexibilidad, el equilibrio y la relajación.
  • Ejercicio de resistencia: Levantar pesas o realizar ejercicios de resistencia puede ayudar a mantener la fuerza y la masa muscular a medida que envejeces.
  • Clases de arte y manualidades: Pintura, cerámica, costura o cualquier forma de expresión artística pueden estimular la creatividad y la cognición.
  • Voluntariado: Ofrecer tu tiempo y habilidades a organizaciones benéficas o causas que te interesen proporciona un sentido de propósito y contribución a la sociedad.
  • Participar en cursos y talleres sobre una variedad de temas, desde historia hasta tecnología o cocina o jardinería, te mantiene mentalmente activo y te brinda la oportunidad de aprender constantemente.
  • Leer libros, revistas y periódicos es una forma de entretenimiento que también estimula la mente.
  • Viajes y exploración: Planificar y llevar a cabo viajes, ya sea para explorar lugares nuevos o visitar amigos y familiares, puede brindar nuevas experiencias y un sentido de aventura.
  • Juegos de mesa y rompecabezas: Jugar juegos de mesa, como el ajedrez, y resolver rompecabezas puede estimular la mente y proporcionar entretenimiento social.
  • Cuidado de animales: Pasear perros o interactuar con mascotas puede mejorar la salud emocional y física.

En resumen, cuando hablamos de promover el envejecimiento activo, nos referimos a vivir la vida en plenitud, con salud y bienestar. Adoptar un enfoque que incluya los cuatro pilares – salud física y mental, participación social, aprendizaje continuado y seguridad – puede ayudar a disfrutar de una vida activa a medida que envejecemos. No importa la edad; lo que importa es cómo se vive y se abraza a esta etapa de la vida.

En ORPEA trabajamos por ayudar a todos nuestros mayores a lograr y mantener un envejecimiento activo. Nuestro principal reto es conseguir que las mejores condiciones de salud se traduzcan en condiciones de funcionalidad e independencia. En definitiva, a pesar de que aparezcan enfermedades que impliquen discapacidad, en ORPEA procuramos que las personas mayores puedan seguir manteniendo su autonomía y participación social lo máximo posible.

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