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El yoga es una disciplina extraordinaria para mejorar la calidad de vida de las personas mayores, ofreciendo diversos beneficios, tanto físicos como emocionales. En una etapa vital donde la flexibilidad, el equilibrio y la salud mental son prioridades, el yoga para personas mayores es, sin duda, un poderoso aliado.
Desde fortalecer los músculos hasta cultivar la serenidad mental, este antiguo arte permite mejorar el bienestar integral, independientemente de la edad. Además de los diversos beneficios del yoga en personas mayores, es importante destacar la adaptabilidad y suavidad de este tipo de ejercicio, ya que se pueden realizar modificaciones en las posturas para hacerlas más accesibles y seguras.
Ahora bien, es importante hacer siempre los ejercicios bajo la supervisión de un profesional cualificado para poder adaptarlos atendiendo a las particularidades de cada persona.
Tabla de contenidos
Debido al envejecimiento y a los cambios que se producen en nuestro cuerpo, es esencial saber elegir los tipos de yoga que son especialmente adecuados para personas mayores debido a su adaptabilidad y seguridad. Estos son algunos ejemplos:
Este es uno de los estilos más suaves y básicos del yoga. Se centra en posturas (asanas) y técnicas de respiración (pranayama) que ayudan a mejorar la fuerza, la flexibilidad y la relajación.
El Yin yoga se centra en estiramientos suaves y prolongados que se realizan principalmente en el suelo. Es un tipo de yoga lento en el que las posturas se mantienen durante varios minutos para mejorar la flexibilidad. Es ideal para personas mayores que desean mejorar la movilidad y aliviar la rigidez articular.
Este tipo de yoga se centra en la relajación y el descanso. Facilita una relajación profunda y restaura el equilibrio en el cuerpo y la mente. Es excelente para aliviar el estrés y la fatiga.
El Chair yoga adapta posturas de yoga tradicionales para que se puedan realizar mientras se está sentado en una silla. El yoga en silla para personas mayores es ideal, ya que proporciona apoyo adicional y reduce el riesgo de lesiones. Es por eso que pueden practicarlo las personas con movilidad limitada o problemas de equilibrio.
A medida que cumplimos años, vamos perdiendo movilidad y flexibilidad. El yoga incluye una variedad de posturas que estiran y fortalecen los músculos, lo cual ayuda a mejorar la flexibilidad y la amplitud de movimiento en las articulaciones. De este modo podemos prevenir la rigidez y la pérdida de movilidad relacionadas con el envejecimiento.
La gran mayoría de las posturas del yoga trabajan el equilibrio y requieren control corporal, lo cual es fundamental para las personas mayores que, habitualmente, tienen más riesgo de caerse y sufrir lesiones óseas. Las personas que, por ejemplo, han sufrido un accidente cerebrovascular y practican yoga recuperan el equilibrio de manera significativa. También mejora la habilidad para levantarse de la silla o de la cama, caminar a mejor ritmo, etc.
En las posturas que se practican en yoga participan todos los músculos del cuerpo de manera armónica. Incluso, muchas posturas de yoga implican sostener el peso del cuerpo en diversas posiciones. Todo este trabajo ayuda a fortalecer los músculos y a mantener la masa muscular y la fuerza que, con la edad, se van perdiendo.
El yoga enseña cómo respirar de manera adecuada, lo que permite a las personas mayores superar crisis de ansiedad o cuadros de estrés. Asimismo, aprenden a relajarse y controlar diferentes situaciones.
El yoga promueve una alineación corporal adecuada y consciente, lo que puede ayudar a mejorar la postura y aliviar la tensión en la espalda y el cuello. Una postura mejorada no solo es estéticamente beneficiosa, sino que también puede ayudar a prevenir lesiones y mejorar la respiración, la circulación y la oxigenación de las células del organismo.
Algunas posturas de yoga pueden ayudar a aliviar el dolor crónico de espalda o la artritis, al estirar y fortalecer los músculos, mejorar la postura y reducir la tensión en el cuerpo.
Practicar yoga exige un esfuerzo mental constante para interiorizar las distintas posturas y su desarrollo, lo que mejora la concentración y la memoria. De esta manera, se ralentiza el deterioro cognitivo propio de las demencias.
El yoga, al igual que el deporte en general, aumenta la producción de endorfinas, las «hormonas de la felicidad», lo que puede llevar a una mejora del estado de ánimo y una sensación de bienestar. Además, el hecho de superarse en cada sesión de yoga hace que las personas mayores sientan que su autoestima se refuerza.
La respiración y la meditación reducen el estrés y la ansiedad, favoreciendo la relajación, lo cual ayuda a dormir y mejorar la calidad del sueño.
El yoga es una disciplina que suele practicarse en grupo, donde participan personas con capacidades y gustos afines. De esta manera, facilita las relaciones sociales y evita situaciones de soledad.
Nunca es tarde para que las personas mayores se inicien en la práctica del yoga. Pero sí es importante seguir estos pasos si queremos disfrutar de una experiencia segura y gratificante:
Antes de comenzar cualquier programa de ejercicio, incluido el yoga, es fundamental consultar con un médico o un profesional de la salud para cerciorarse de que este es un ejercicio seguro y beneficioso para la persona en concreto. En los centros y residencias ORPEA contamos con un equipo profesional encargado de ofrecer esta actividad a nuestros mayores, valorando la idoneidad del paciente antes de comenzar.
Como hemos comentado, hay varios estilos de yoga, algunos de los cuales son más suaves y adaptados para las personas mayores. En ORPEA, nuestros talleres de yoga se adaptan a las necesidades, nivel de condición física y objetivos de salud de nuestros pacientes mayores.
Para aprender la forma correcta de las posturas y evitar lesiones, es indispensable realizar la práctica de yoga en clases guiadas por un instructor experimentado que pueda proporcionar instrucciones claras y modificaciones adecuadas según sea necesario.
Si es necesario, podemos utilizar accesorios como bloques, correas, almohadas e incluso sillas para adaptar las posturas a las necesidades y capacidades de nuestros mayores. Estos accesorios pueden proporcionar apoyo adicional y ayudar a realizar las posturas de manera más cómoda y segura.
Durante la práctica del yoga, es importante escuchar a tu cuerpo y respetar sus límites. No fuerces ninguna postura y si sientes algún dolor o malestar, detente inmediatamente. Tómate el tiempo necesario, disfruta del proceso y no te exijas demasiado.
En los centros y residencias de mayores ORPEA facilitamos la práctica del yoga entre nuestros residentes. La integración del yoga en nuestro programa de actividades, así como del Mindfulness o los ejercicios para recuperar la masa muscular, nos permite ayudar a nuestros mayores a mejorar su calidad de vida física, mental y emocional.
Las clases regulares de yoga están dirigidas por instructores capacitados y experimentados que se encargan de adaptar específicamente los tipos de yoga a las necesidades y capacidades de nuestros mayores, asegurando así una experiencia segura y beneficiosa.
Si quieres más información sobre los ejercicios de yoga para personas mayores, así como del resto de talleres y actividades que desarrollamos en los Centros de Día y Residencias ORPEA, no dudes en contactar con nosotros. En ORPEA somos especialistas en el cuidado de personas mayores y dependientes y contamos con espacios adecuados para que nuestros mayores desarrollen diferentes actividades de forma agradable y segura, y disfruten de todos sus múltiples beneficios.
Servicios especializados gracias a sus unidades de atención a demencias y alzhéimer, psicogeriatría o gran dependencia, dando así cobertura y tratamiento a la necesidad de cada mayor.
